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“La integración de las competencias básicas transversales supondrá un salto cualitativo en la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje”

Este Curso de Verano ofrece a los profesores pautas para la evaluación de las competencias básicas y su integración en unidades de aprendizaje

La introducción de las competencias básicas en los currículos de la enseñanza no universitaria ha supuesto la mayor innovación del sistema educativo en los últimos años y el profesorado necesita formación para conocer y adaptarse a todos estos cambios. El Curso de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV-EGU) ‘Las competencias básicas: ¿cómo programarlas? ¿cómo evaluarlas’, que se celebra estos días en el Palacio Miramar de San Sebastián, constituye “un paso más” en este proceso que necesita el sistema educativo para adaptarse a este cambio competencial.

Estas nuevas metodologías, como remarca la asesora de Educación Artística del Berritzegune Nagusia del Gobierno Vasco y codirectora del curso, Nerea Terán, representan “un avance más hacia esta escuela del siglo XXI que está formada en la actualidad por profesorado del siglo XX”. En este escenario, se trata de buscar la o las metodologías más eficaces para favorecer un nivel adecuado de desarrollo de las competencias básicas. “Hay que darles pautas al profesorado para hacer la evaluación de las competencias en el aula”, apunta.

No todos están en el mismo punto en este camino. Hay sectores que siguen trabajando con formas más tradicionales, otros que van avanzando de forma lenta y otros más avanzados que ya se sitúan a la vanguardia de este cambio metodológico. Pero, ¿hay rechazo dentro del propio profesorado a emprender este camino? “Yo creo que el profesor es receptivo. Las reticencias que puede tener son al cambio continuo porque en este país hay una reforma cada poco tiempo. Le resulta incómodo encontrarse con una nueva reforma encima cuando se está adaptando a la anterior. Pero no creo que el cambio en sí lo perciba como algo problemático e innecesario o que piense que el sistema  educativo no deba ir por esta vía. De hecho, toda Europa va por esta vía competencial”, expone el otro codirector del curso, Carlos Puerta, asesor de Geografía e Historia del Berritzegune Nagusia.

Falta formación pero el punto de partida es óptimo porque existe un “gran interés” dentro del profesorado, que demanda esta orientación. “El profesorado está muy interesado pero poco empapado”, resume de forma gráfica Carlos Puerta. El actual momento de principio de curso, además, es clave para recibir esta formación. “Hay  mucho interés porque los profesores se ven apremiados a presentar toda la documentación, como es la programación didáctica, las unidades didácticas, y necesitan pautas para elaborarla de acuerdo a lo que está mandando Educación”, relata al respecto Nerea Terán.

Medio centenar de profesores participan en este curso, donde están recibiendo ayuda para poder enfocar el curso escolar de acuerdo a esta nueva perspectiva de trabajo a través de competencias y nuevas metodologías. “Hay que ayudarles en esta adaptación poniendo a su disposición los recursos que se van elaborando en el propio Berritzegune y explicándoles cómo integrarlos dentro de su trabajo como profesorado”, enfatiza Nerea Terán.

El curso está incidiendo en las competencias transversales porque, como resalta su codirectora, es lo novedoso. “Las competencias disciplinares están asociadas a las materias y las áreas (Ciencias, Lengua o Matemáticas), pero hay una serie de competencias transversales, como la de aprender a aprender o la de aprender a convivir, que no se han trabajado lo suficiente en los centros. El paso adelante que trae este nuevo desarrollo curricular es la integración de las competencias básicas transversales y estamos incidiendo sobre todo en ello ahora”, señala Nerea Terán convencida de que su implementación supondrá “un salto cualitativo en  cuanto a la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje”.

No se puede decir que existan importantes carencias de formación entre el profesorado. El de los cambios metodológicos es un “proceso muy lento” y “se necesita constantemente este apoyo para saber que se va por el buen camino, no sólo formación”. A este respecto, Carlos Puerta apunta que “las competencias llevan ya bastante tiempo en el sistema educativo vasco”, desde hace más de una década. En este tiempo se han dado cambios, reformas y modificaciones pero “el mensaje es el mismo” y “no todo el mundo lo ha recibido de la misma manera”, ya que hay profesorado que “tiene interiorizado este cambio metodológico y otro que no se ha puesto las pilas ante esta transformación”. Además, a la vista de que se están incorporando nuevas personas al sistema educativo, el  objetivo es “entrar todos en la misma dinámica y lograr un enfoque común”.

En este enfoque juegan un papel fundamental las nuevas tecnologías. “Todas las competencias tienen que recoger esta parte disciplinar”, asevera el codirector del curso. Y, a este respecto, hay riesgos, como los derivados del propio uso que hacen los alumnos de las nuevas tecnologías. “A veces creemos que tienen un manejo amplio de los temas digitales pero se centran mucho en el ocio, la música o las redes sociales, cuando el tratamiento educativo va por otra vía, la de utilizar las nuevas tecnologías para buscar información, saber qué es lo relevante y no, prevenir ciertas conductas en el mundo digital…”, afirma Carlos Puerta.

En todo caso, el alumnado reclama estas metodologías correspondiente a una escuela del siglo XXI. “Ya no se puede concebir esa escuela transmisiva, antigua, porque el alumnado se aburre y no puede seguir estos aprendizajes. Percibimos que el alumnado pide estas competencias porque está más a gusto en el aula”, concluye Nerea Terán.