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Atención integral a domicilio en Azpeitia: Innovación y Prevención para el bienestar de las personas mayores

Ainhoa Aizpitarte presenta el proyecto que cubre ayudas sociales y servicios de urgencia

El 16 de julio, en el Palacio Miramar, Ainhoa Aizpitarte, psicóloga del Ayuntamiento de Azpeitia y trabajadora de "Biharko" Gipuzkoa, presentó el innovador proyecto de atención integral domiciliaria. Este programa piloto, iniciado en febrero de 2022 en colaboración con la Diputación Foral de Gipuzkoa, busca proporcionar a las personas mayores los recursos necesarios para vivir de manera independiente en sus hogares, ofreciendo asistencia social, psicoestimulación y servicios de urgencia.

¿Puedes explicar en qué consiste el proyecto?

El servicio integral de atención domiciliaria se creó con dos objetivos. La Diputación Foral de Gipuzkoa realizó una serie de Estudios cuyos resultados revelaron que el 80% de las personas mayores guipuzcoanas que tenían una dependencia querían seguir viviendo en sus hogares. También se ha visto que los recursos existentes en torno a la dependencia están combinados, pueden ser tecnológicos, económicos, etc. En el pueblo de Azpeitia también se dio un estudio de este tipo y se ve que la población está envejeciendo mucho, y que dentro de pocos años seremos muchos vecinos de 65 años, se calcula aproximadamente una cuarta parte. También se calcula que otras 500 personas tendrán unos 80 años. Tomando estos datos, el Ayuntamiento de Azpeitia, en febrero de 2022, puso en marcha este proyecto con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Este proyecto tiene algunas características, por un lado, es un proyecto piloto, por otro es muy novedoso e innovador y es un servicio preventivo y asistencial. Queremos trabajar mucho desde el punto de vista preventivo.

¿Qué tiene que hacer una persona que quiera recibir este servicio?

El colectivo al que pertenecemos debe cumplir dos requisitos: tener al menos 65 años, dependencia leve o moderada y un estado de dependencia avanzada. El solicitante debe acudir a los servicios municipales. Normalmente, la solicitud la realizan los hijos o si no algún sobrino y en algunos casos una persona de referencia que ejerce de tutor, aunque no sea familiar.

¿Cómo suele ser el procedimiento? ¿Es presencial?

Una vez que la petición llega al ayuntamiento, a los servicios sociales municipales, un técnico local atiende el caso. Suele ser el técnico el que realiza un análisis y analiza las necesidades de la persona y prepara la documentación en función de las necesidades. Hace un informe psicológico, por un lado, y un plan de intervención por otro. A continuación, en cada recurso se establece un plan individualizado de atención que es el que nos llega.
En este plan se nos explica el contenido que contiene, y el contenido, los objetivos que normalmente se persiguen. También, qué tipo de servicio se le va a prestar, y cuántas visitas va a tener, es decir, la frecuencia y la duración.

¿Qué servicios ofrecéis?

Los servicios que en principio se ofrecen en el servicio integral a domicilio son de tres tipos. Por un lado, está la asistencia social supervisora, por otro el servicio de atención psicoestimulación y por último el servicio de urgencias. En cuanto a los objetivos, se establecen en función de las necesidades, como pueden ser ofrecer atención temprana en la autonomía o la interacción con el medio ambiente, evitar el aislamiento ambiental, motivar y apoyar cognitiva o afectivamente
En cuanto a la frecuencia y duración de la visita, normalmente en la supervisión y asistencia social, así como en la atención psicosimulativa, existe una visita de una hora de duración, pero es cierto que nos adaptamos a las necesidades.

¿Cuáles son los sentimientos más frecuentes entre las personas mayores que reciben este servicio?

Tienen muchas cargas emocionales, se encuentran en un estado de dependencia y eso supone mucho emocionalmente. Uno de los indicadores más característicos que se ven habitualmente es la frustración ante el silencio. También el enfado, nostalgia con el pasado: lo que yo he sido y ahora no puedo ser. Produce tristeza, muchas veces piensan: “con las cosas que yo he sido, ahora no sirvo para nada”. La vergüenza, el deseo de no encontrarse con la gente, aumenta el aislamiento. Una cosa que se escucha mucho es la sensación de haberse convertido en una carga para la familia. Con la familia también se repiten expresiones como la tristeza, la carga, la culpabilidad, y la sensación de no poder ayudar.

¿Qué feedback habéis recibido por parte de las personas mayores y familias que han recibido este servicio?

En este servicio siempre ha habido un trabajo de coordinación entre los profesionales y es muy interesante para compaginar los recursos en comunidad y poder tratar a la persona en su totalidad y garantizar su bienestar. Estamos permanentemente evaluando y coordinando. Para ello utilizamos dos tipos de herramientas: las observaciones realizadas en el campo de trabajo y las encuestas. Aparte, tenemos otro dato: el número de personas de las que hemos tratado que han ido a la residencia. Desde que se puso en marcha el proyecto solo cinco usuarios han acudido a la residencia. Lo que se pretende con este proyecto es que, al final, las personas mayores sigan viviendo en sus casas, garantizando su cuidado, prestando apoyo y prevención a la atención profesional y a los servicios públicos no concentrados. Con los resultados obtenidos en principio, se observa que todas y todos han tenido una buena experiencia.