El corredor vasco del hidrógeno ya es reconocido internacionalmente como un “Valle de hidrógeno”
Arturo Fernández Goyenechea añadía también que “el hidrógeno va a ser clave para relanzar las energías renovables, las va a desacoplar de la red eléctrica y permitirá demostrar que la electrificación no es la única manera de descarbonizar , que las energías renovables no tienen que estar únicamente conectadas con el consumidor final a través del vector electrón (energía eléctrica), sino que existe el vector del hidrógeno.
El Hidrógeno es un elemento muy interesante desde el punto de vista energético por unidad de masa, pero debido a su baja densidad entraña diversas dificultades en su gestión. Es muy inestable, no es fácil almacenarlo y aunque esté licuado transporta muy poca energía . Es una base a tener en cuenta según remarca Arturo Fernandez Goyenetxea gestor de innovación de Petronor, participa en el curso “La Carrera del Hidrógeno verde: el nuevo vector energético para la movilidad” de los Cursos de Verano de la UPV/EHU
“El tener una estación de servicio que atienda las mismas necesidades energéticas que las gasolineras convencionales, conlleva varios retos. Se necesita mucho más volumen, más espacio y una tecnología más costosa. Es decir, supone un mayor coste. Tecnológicamente el proceso está muy avanzado, aunque necesite una economía de escala para abaratarse, pero va a chocarse con una realidad: el déficit de energías renovables”
En este momento en España no se está produciendo hidrógeno verde. Se producen 0,5 toneladas/año de hidrógeno y más de un 95 % utilizando el gas natural, es decir no es hidrógeno verde.
“Estamos en un ciclo de cambio tecnológico y la apuesta de Petronor va en la línea de identificar correctamente las palancas que los expertos consideran necesarias para la consolidación de la economía del hidrógeno”. Estas son: políticas de apoyo, inversión para escalado y creación de mercado. Primeramente, es necesaria una apuesta decidida por un país descarbonizado, sostenible energéticamente y basado en energías renovables. Esta apuesta es clara tanto en Europa como en la hoja de ruta de hidrógeno española. “Se necesita una inversión inicial para escalar la producción de equipamiento (electrolizadores, hidrogenaras…) y así abaratar sus costes, además de crear infraestructura: hidroductos, estaciones de servicios etc. para abaratar los costes de producción. La tercera condición es la creación de un mercado y es para lo que el Corredor Vasco del Hidrógeno se ha planteado.
El Valle vasco del Hidrógeno.
Arturo Fernández Goyenechea recuerda cómo los expertos en economía del hidrógeno recomiendan la creación de clústeres iniciales preferentemente situados en zonas costeras en las que existan grandes consumidores de hidrógeno que justifiquen una producción masiva de hidrógeno, cerca de un gran puerto internacional buscando sinergias con mercados futuros. Subrayan también la importancia de la existencia de grandes infraestructuras de gas para la transición progresiva en hidro-oleoductos, y estar ubicados en los grandes corredores del transporte para ir transformándolo y descarbonizándolo. “La apuesta de Petronor, Diputaciones y Gobierno Vasco no es de ahora. Se ha ido trabajado con el EVE y otros agentes en la conceptualización de un Valle del Hidrógeno. Ahora le ha llegado su momentum. La pandemia lo ha acelerado todo y lo hemos aprovechado para presentar un proyecto muy trabajado”. Recientemente hemos sido reconocidos en la plataforma H2Valleys como Basque Hydrogen Corridor.
Aunque aún no existen garantías, el proyecto que conlleva una inversión de 2.800 M de € responde a todos los condicionantes para recibir fondos de la Next Generation europea, responde también a los criterios de la hoja de ruta española con atracción de pymes. Nuestra virtud no es solo ser usuarios y productores de hidrógeno sino tractores también de la cadena tecnológica que haga posible una transición junto a las pymes a un modelo industrial descarbonizado.
La apuesta de la refinería de Petronor para ser el gran consumidor y productor es la que da pie a otras iniciativas. Tenemos el puerto de Bilbao con sus propios planes de descarbonización . Se trata de un puerto estratégico muy bien conectado y reconocido dentro del corredor del Atlántico TEN-T por parte de la Comisión Europea; conectado por los gaseoductos de Enagas con el Estado; unido por ferrocarril con su salida por Pancorbo y por carretera ubicado en las rutas de transporte de conexión con Francia.
España difícilmente podrá ser exportador de hidrógeno sin un crecimiento exponencial de las renovables.
Arturo Fernández Goyenechea hace números para descartar tal posibilidad. En 2017 en España del consumo final de energía sólo un 7% era renovable. Si se refiere al consumo de energía final en forma de electricidad, que era inferior al 25% de consumo de energía final, en torno al 35% era renovable. En cálculos del PNIEC (Plan Nacional de Energía y Clima) 2021-2030 y haciendo una clara apuesta por la eficiencia energética, se alcanzaría en el mejor de los casos un 20% de renovables en el consumo final de energía. ¿Se va a utilizar ese 20% para exportar? ¿Cómo va a exportar energía renovable si ambicionamos tener un 20% de renovable en el consumo final en España? “La transición energética es mucho más retadora de lo que nos imaginamos. Tenemos que habilitar todos los medios para desplegar las energías renovables y nos encontramos con los problemas de la propia red eléctrica y el almacenamiento. Es ahí donde el hidrógeno va a jugar un papel importante, porque va a permitir almacenar energía renovable de forma masiva en las redes de gas y va a permitir hacer una apuesta mucha ambiciosa por las renovables.”
Arturo Fernandez Goyenechea es muy claro al subrayar que “los consumos de energía en el mundo son brutales y se obvian problemas de otra índole.” Cada uno de nosotros individualmente consumimos cada vez más y en el mundo cada vez somos más personas. El sistema energético mundial si quiere ser renovable necesita de una reflexión sobre los consumos. Tenemos que ser conscientes de la magnitud del problema”.
“Manifestamos públicamente la necesidad de reducir el consumo, pero no lo individualizamos. Trasladamos el problema al área de la eficiencia que no deja de ser acertado” Hay una gran cantidad de energía que no deberíamos consumir, o por lo menos aprovecharla mejor. “Tiene mucha más potencialidad para la reducción de emisiones de CO2 la eficiencia y el ahorro de energía, que la instalación de nueva generación renovable”.
Hasta conseguir el máximo en la eficiencia, hay un camino marcado por la energía renovable. Dos realidades que tienen que ir en paralelo, pero la eficiencia y el ahorro se abordan sólo desde parámetros colectivos como puede ser la movilidad o la eficiencia energética de las viviendas, pero nunca se aborda la concienciación individual sobre qué consumo energético diario tenemos individualmente. “Llegará el día en el que tengamos que identificar nuestra contribución al sistema”. Lo tendríamos que pensar cada vez que hacemos una búsqueda por internet o mandamos un WhatsApp por el consumo brutal que conlleva. No lo tenemos en cuenta.
No hay duda de que estamos abocados a una transformación energética. Estamos en un salto exponencial. Los grandes grupos inversores ya ven sus proyectos económicos justificados sólo si van asociados a modelos sostenibles. Las actuales sentencias judiciales o los cambios en los consejos de administración de las grandes empresas eran casi impensables hace una década.
“Las grandes compañías petrolíferas no actúan sólo por una obligación moral o legal sino por una realidad de mercado”
Arturo Fernandez Goyenechea, como gestor innovador recuerda que Petronor viene haciendo un seguimiento del hidrógeno hace mucho tiempo, primero como gran consumidor y luego atendiendo a las nuevas exigencias de descarbonización, como apuesta interna. ¿El problema? Que el proceso de electrolisis para la obtención del hidrógeno verde requiere grandes cantidades de energía, y ni hay disponibilidad de tanta energía renovable ni el precio la hace una opción competitiva a día de hoy.