Educación Física: cuna de los estereotipos y la desigualdad de género
“A lo largo de la historia, en casi todas las épocas, el alumnado ha sido dividido por su sexo en las clases de Educación Física y de ahí vienen los problemas de hoy en día”, ha afirmado Maria Teresa Bizkarra, la ponente de la conferencia “Gorputz heziketa, eskola espazioak eta generoaren didaktika”. Se ha realizado un repaso histórico para analizar las consecuencias de las escuelas de gimnasia en la educación física: la gimnasia sueca y su obsesión con la posición del cuerpo, la gimnasia pedagógica de Alemania, la gimnasia natural del francés Herbert y los deportes en grupo que vinieron de Reino Unido.
Cada uno de esos métodos ha reforzado los estereotipos de género. Partiendo de ahí, "el currículum nos ha separado y se ha construido un modelo masculino en el ideario de la sociedad", teniendo como base unas características: fuerte, ágil, rápido, osado, ganador, valiente, hábil, listo… En cambio, bajo su sombra, también se creó el modelo femenino con estas características: extremadamente sensible, pasiva, delicada, cuidadora y cuidada, con poca iniciativa, cobarde, habladora, estéticamente bella…
Por consiguiente, algunos trataron de creer que lo “natural” era que la mujer fuera más débil que el hombre y aprovecharon las mencionadas teorías para justificar la hegemonía del hombre, para decir que la biología marcaba las diferencias de género y así, de la mano del determinismo biológico, para sustentar que prohibir la participación a las mujeres en ciertas actividades era legítimo. Esas teorías, que tienen como base la distinción binaria de género, homogeneizaron a todos los hombres y mujeres, sin tener en cuenta las diferencias antropométricas que hay en cada sexo.
Con LOGSE (1990), cuando las clases de Educación Física se mixtificaron, se tuvo en cuenta el currículum de los hombres y se dejó de lado la tradición de las mujeres basándose en una igualdad de elección falsa. "Las mujeres han sido y siguen siendo excluidas del currículum", defiende Bizkarra y afirma que no se ha considerado que los niños y las niñas no están al mismo nivel de poder y que, por ende, las chicas han sufrido diversas discriminaciones.
"Miembros del cuerpo docente seguimos teniendo estereotipos" y, para poder evitarlos, se ha presentado la guía PAFIC que ha realizado el Ministerio de Educación, bajo la dirección de mujeres, la cual proporciona ciertas recomendaciones: cuál debería ser el rol del profesorado a la hora de hacer la programación de Educación Física, cómo cambiar las reglas, cómo plantear las estrategias y objetivos del profesorado, qué hay que valorar, etc. Recomiendan, por supuesto, promover la reflexión y el debate acerca de ello.
En cuanto al lugar de recreo, Bizkarra ha explicado cuál fue su origen. La idea proviene de las necesidades higiénicas del siglo XIX y el objetivo de promover la educación experiencial. Sin embargo, al final del siglo XX, los patios se estandarizaron y se llenaron de cemento y rayas, lo cual fomentó una actividad hegemónica: el fútbol. Eso ha traído la exclusión de muchas personas y el empoderamiento de unas pocas. Basándose en la evidencia, ha señalado la necesidad de crear alternativas y ha propuesto, además, varias. Ha animado a la docencia a transformar los lugares de recreo, ya que ese asunto también constituye una responsabilidad del profesorado.