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La empresa 4.0 es un ecosistema de personas, tecnología y organización

“La inteligencia artificial es una gran palabra que abarca muchas tecnologías. La mezcla de ellas se convierte en soluciones concretas” Lo decía Julián Flórez, Director General de Vicomtech, centro de investigación aplicada que comenzó hace 21 años en una pequeña oficina del Parque Tecnológico de San Sebastián- Miramon, para convertirse en un referente en Inteligencia Artificial en la que trabajan más de 200 personas y realizan alrededor de 160 proyectos de investigación aplicados a la industria. El 25% de su facturación proviene del extranjero, básicamente Europa.

Julián Flórez tenía un mensaje central que iba repitiendo a lo largo de toda su exposición: “El factor de éxito siempre ha sido, es ahora y será mañana: las personas. No es la tecnología, somos las personas las importantes”.


Lo repetía en la jornada centrada en “Valores e Industria 4.0” organizado por la Fundación Bidetik.


Como tecnólogo afirmaba que “ponemos demasiado foco en la tecnología y poco en las personas. El futuro no lo va a marcar la tecnología sino las personas. La tecnología nos viene muy bien, nos ayuda. La industria 4.0 es la armonización de la tecnología con las personas y la organización”.


Hasta que no hay un cambio organizacional no podemos hablar de industria 4.0 Podremos hablar sólo de incorporar nuevas tecnologías, pero no de industria 4.0. No es un simple salto sino un cambio evolutivo con las personas. El ritmo de la tecnología es muy rápido, las personas cambiamos mucho más lentamente. Hay que respetar los dos ritmos, pero siempre las personas detrás de todo el proceso. Introducir tecnología per se no nos lleva a ningún sitio si no se produce el cambio y la adaptación de las personas.


Julián Flórez hacia un repaso sobre toda la transformación tecnológica que se ha dado en tan sólo 20 años. Ahora hablamos de terabits, de 5G; nadie se acuerda de la TV analógica, los relojes no son relojes sino sensores y no hablemos de la tecnología que llevamos en nuestro teléfono. Este es el entorno de la denominada Sociedad de la Información, de las distintas Smart. Este es el entorno que ha hecho surgir empresas que hace 20 años no existían. En un claro mensaje a los directivos decía: ¡Eso de decir que la industria 4.0 no va conmigo, cuidado!


El impacto de estas tecnologías en nuestra empresa es lo que debe guiarnos y no dar la espalda. Antes las grandes transformaciones se daban en 3 o 4 generaciones, ahora en menos de una ha cambiado todo radicalmente.


Los cambios inciden en la instantaneidad, la simultaneidad. Estamos en un mundo donde todos estamos súper conectados dentro de la empresa, con los proveedores o con los clientes. La tecnología incide también en el diseño. Ahora “diseño el producto yo junto a mi cadena de proveedores y diseño hasta la cadena de servicio”. A nivel vertical, las necesidades están ahora muy personalizadas y se requiere de respuestas rápidas a un cliente que está conectado conmigo.


Se habla mucho de digitalización, pero lo importante es la conectividad. La digitalización ya existía cuando comenzamos hace 40 años con el fax. Lo que está cambiando las cosas es la capacidad que tenemos de conectarnos entre productos, entre personas, entre cosas. La conectividad es la que nos permite actuar en una empresa 4.0. La digitalización permite la conectividad. Aplicamos toda una serie de tecnologías que, remarcaba Julián Flórez, tecnologías que se están desarrollando no en el sector industrial sino en otros que van a toda velocidad. ¿Quiénes son las personas que van a implantarlo en mi empresa? Hay muchos casos de fracaso porque se fijan sólo en la tecnología y no en las personas que tienen que aplicarlo. ¿Quién lo va a integrar, quién lo va a mantener? Si no se hacen bien las preguntas, llega el fracaso y la tecnología acaba en el cajón de la basura. Hay que empoderar al operario e interconectarlo todo en un auténtico ecosistema de personas, tecnología y organización que es lo que marca la diferencia.


La industria4.0 supone una transformación organizacional y cultural en la empresa, donde empoderando a las personas mediante la introducción armónica de las nuevas tecnologías digitales, se consigue mejorar la organización y el entorno de trabajo, mejorar el valor añadido de los productos fabricados, mejorar los servicios y en definitiva mejorar la calidad de vida de la Sociedad.