Miguel Lorente: “Hemos vivido la infancia pero no hemos sido niños”
Miguel Lorente Acosta, profesor titular del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada, no ha dudado en afirmar que “el problema que tenemos los hombres es que no hemos sido niños, hemos vivido la infancia pero no hemos sido niños”. La manera de entender lo que es ser hombre va a venir marcada por un contexto y referencias que se van a “interiorizar” en el proceso “madurativo, educativo y de socialización”.
La identidad es el elemento que tienen en común todos los hombres. Las personas, aunque tengamos comportamientos o formas de vestir y pensar similares, nos sentimos diferentes al resto. Así construimos nuestra identidad. Miguel Lorente clasifica la identidad de dos maneras. Por una lado la identidad subjetiva, que es lo que “somos ante nosotros mismos”. Por otro, la identidad inter-subjetiva: “lo que somos ante los demás”. La segunda es la que más preocupa a los hombres, ya que lo que quieren es “ser reconocidos ante los demas como hombres”. De modo que desde pequeños interiorizan ciertos comportamientos que un “hombre” no debería de tener y empiezan a actuar de esa manera. Por ejemplo rechazando el color rosa o los “juguetes femeninos” en la infancia.
“Antes que ese hombre hay una cultura, que es el machismo”. Desde pequeños los niños viven situaciones y experiencias que les hacen entender lo que tienen que hacer para poder llegar a ser un hombre. Este periodo Miguel Lorente lo define como “infancia negada”, ya que desde pequeños los niños producen un rechazo hacia lo femenino, ocultan sus emociones, tienen mucha competividad a la hora de jugar con los demás y empiezan a tener una imaginación sobre la violencia. Además están expuestos a diferentes juegos, series, películas o siuaciones que todavía refuerzan más esa “cultura machista”.
Esa cultura ha creado una “normalidad tramposa” en la que la sociendad entiende que hay algunos espacios, elementos o circunstacias de desigualdad, como por ejemplo en el trabajo o el sueldo, pero no la asocian con el machismo. Por un lado está la desigualdad que ven en ciertas situaciones y por otro el machismo. La idea es entender “que la propia normalidad es el machismo”, porque si no “se seguirán construyendo estas identidades y no las cuestionaremos”.
Lo que la sociedad tiene que hacer es “educar la cultura” tanto en las familias, colegios e incluso instituciones. “El objetivo del machismo es mantener la cultura ya que la cultura es machismo”. Por lo tanto hay que hacerles ver desde una edad muy temprana que esto no es así.
Miguel Lorente ha afirmado que ahora otra de las cuestiones que está en duda es la identidad. “Lo que es ser hombre y lo que es ser mujer, porque ya no hay una forma de ser hombre ni una forma de ser mujer”. Hoy en día se está empezando a cuestionar lo “tradicional” y nos encontramos con nuevas identidades. Todos estos cambios que se estan viviendo estan siendo protagonizados por mujeres y no por hombres. “Realmente el logro y estos avances que hemos conseguido no es consecuencia del trabajo, sino de la transformación de las mujeres”. Esta nueva situación ha hecho que los hombres se sientan amenazados o cuestionados y en vez de avanzar recurren al machismo y con ello a la violencia. “La violencia no ha disminuido porque los hombres no están a favor de este cambio, por lo que responden con violencia para intentar conseguir con ella lo que antes se conseguía con el control social: la ‘normalidad tramposa’ “. “Los hombres tienen que incorporarse a ese cambio social y entender que ese modelo construido desde la infancia es erroneo”.
Por lo tanto, “para hablar de igualdad tenemos que hablar de feminismo, que es el ‘especialista’ de la igualdad. El feminismo es una referencia para remodelar las identidades sobre la igualdad”.