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Patios educadores y puntos verdes de la Ciudad

Los patios escolares son una oportunidad para la comunidad educativa y para las ciudades. Muchas veces han sido olvidados desde su construcción, reduciéndose a un recinto de cemento. Según la normativa estatal, cada centro escolar tiene que tener como mínimo 900m2. Por lo que en una misma ciudad son muchos los que tendríamos que revisar entendíéndolos como un instrumento para mitigar los efectos del cambio climático.

La naturalización de los patios tiene una faceta pedagógica y comunitaria. “Las oportunidades son inmensas” decía Mamen Artero. Coordinadora de patios x clima y arquitecta co-fundadora de El globus vermell. “La transformación no es solo física, el objetivo es alcanzar transformaciones en el ámbito pedagógico, social, sanitario, medioambiental”


Vitoria-Gasteiz ha iniciado un proyecto para la naturalización de los patios escolares como elementos del sistema verde de la ciudad. Un paso más en su evolución como Ciudad Educadora y coordinadora de la red estatal en el bienio 2020-2022.


Patios x el clima es un programa divulgativo que demanda a las administraciones un cambio en estas instalaciones que en muchas ocasiones había comenzado por iniciativa individual de los colegios. Propone una lectura de todos estos espacios como una oportunidad de renaturalización acordada de forma transversal entre las áreas de educación, medioambiente o urbanismo.


“Se analizan las características físicas como la orientación, las horas de sol, la humedad, el viento y se incluyen elementos naturales de permeabilizando los suelos e introduciendo la vegetación, la madera, la tierra, las piedras para conseguir incrementar la biodiversidad del sistema. Espacios habitables donde se siente bien la comunidad educativa pero también el barrio".


“Más que huertas, jardines comestibles, espacios verdes donde los distintos estratos vegetativos produzcan frutos, plantas medicinales o materiales naturales para la construcción, la artesanía… Con todo esto se enseña y se aprende. “Hacer que la naturaleza sea nuestro escenario de aprendizaje ya que se convierten en espacios apacibles y confortables donde es más fácil la relajación y la concentración. Al aire libre, nos sentimos más vivos y despiertos".
La experiencia de Mamen Artero indica que en estos espacios renaturalizados bajan los conflictos, los niños descubren sus rincones que personalizan para distintos juegos. En estos patios el juego no está condicionado y ofrece posibilidades diversas para el desarrollo del ser humano.

“Partimos de unos patios súper pavimentados. Las pistas de deporte son necesarias, pero hay otros muchos espacios, rincones, márgenes, laterales, que pueden ser repensados para que se den nuevos usos, haciendo que el espacio exterior este lleno de nuevas posibilidades” .


Para Mamen Artero resulta emocionante acompañar a las comunidades que entienden el espacio exterior como un espacio de aprendizaje después de haber soñado el proyecto y convertirlo en realidad. Estrenarlo y ver cómo evoluciona y se transforma en el tiempo. “Es maravilloso".


“Los niños y niñas, en el proceso participativo, son muy críticos y reconocen cuando se les está preguntando de verdad o no” Es necesario establecer un auténtico diálogo que hace aflorar las voluntades de las partes tras la reflexión”. Los agentes implicados son muchos. Los niños y niñas, el profesorado, la dirección, los responsables de comedor, o actividades extraescolares, las familias si nos quedamos en el ámbito educativo. Pero entendido el patio como un espacio público de la ciudad que potencialmente puede ser utilizado también por el barrio fuera del horario lectivo intervienen nuevos agentes además de la administración local.” Habrá que establecer diálogo con los otros equipamientos que puedan existir en el entorno, las asociaciones o entidades de barrio, el comercio local…”


Barcelona está transformando todas sus escuelas con la intención de convertirlos en patios abiertos a la ciudadanía. “Este es el gran cambio. Si consideramos que son espacios para la ciudad, necesitamos espacios verdes para que pueda disfrutar todo el barrio como herramienta de mitigación de las consecuencias del cambio climático. Incluir estos “patios” en la infraestructura verde de la ciudad es un camino lento, que comporta asumir responsabilidades a los diferentes agentes involucrados.


Entre el profesorado “hay reticencias para salir del aula. Hay muchas inercias que pesan en el cambio de modelo educativo”. Cuando se ven las potencialidades del exterior, la transformación física se alinea con la pedagógica. “Todos los cambios nos cuestan.” Hay personas con gran capacidad de contagio y que actúan como motores. “Es necesario un cambio de mirada, una reflexión pedagógica que requiere tiempo.” Mamen Artero prefiere quedarse con los momentos en los que se van superando los retos que se van planteando, lo importante es el aprendizaje que hay en el proceso".


Estas transformaciones se están repitiendo en ciudades como París, Bruselas o Ámsterdam. “No es una moda, algo pasajero. La renaturalización de la Escuela, Nace de una necesidad social y las escuelas son la base de nuestra sociedad futura”.