Esther Badiola: "La agenda climática no tiene color político"
Un objetivo sin un plan es solo un deseo y un objetivo tan ambicioso como la transición ecológica definida por el Pacto Verde Europeo necesita una financiación que esté a la altura. La economista Esther Badiola, asesora principal en la Oficina de Cambio Climático de las operaciones del Banco Europeo de Inversiones, detalló en una conferencia del Donostia Sustainability Forum, el papel clave que juega esta entidad en la transición hacia una economía sostenible.
El Banco Europeo de inversiones, creado en 1958 para apoyar las políticas de la Unión Europea, inició en 2020 el proceso de transformación para convertirse en el Banco Europeo del Clima, la herramienta financiera para alcanzar los objetivos alcanzados en el Acuerdo de París y conseguir la neutralidad climática en 2050.
“Esta decisión, aprobada en el Pacto Verde Europeo, realmente responde a la inquietud de la opinión pública. En 2021 el 98% de los europeos dijeron que el cambio climático es un tema grave y el 78% lo calificaron como muy grave”, explicó Esther Badiola.
Financiación verde
El objetivo del BEI, de capital público y sin ánimo de lucro, es financiar, entre otros objetivos, la transición ecológica dentro y fuera de Europa. Cada año, al menos el 50 por ciento de sus inversiones tienen que estar destinados a acción climática, y de esa cantidad al menos el 15 por ciento debe dedicarse a adaptación al cambio climático.
En este sentido, firmó en 2023 acuerdos de financiación por valor de 88.000 millones de euros, destinados a más de 900 proyectos prioritarios para las administraciones públicas y a la financiación de empresas del sector privado. La inversión en financiación verde alcanzó, por su parte, el pasado año la cifra récord de 49.000 millones de euros, invertidos en acción climática y sostenibilidad medioambiental.
“Acelerar la transición en inversiones verdes, asegurar una transición justa para todos, apoyar actividades alineadas con el Acuerdo de París y dar coherencia a todo lo que hacíamos en el banco” explicó Esther Badiola, que también señaló qué es lo que el BEI ya no financia: “Desde 2021 el Banco no financia actividades no alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. Hemos dejado de hacer puertos, aeropuertos, carreteras y ahora estamos más metidos en economía circular, biodiversidad, naturaleza, así como nuevos productos financieros que se adecúen a la agenda verde y reactivación de la economía de las regiones, por ejemplo, muy vinculadas a los combustibles fósiles”.
Gazteiz, ciudad sostenible y digital
La transición ecológica en las ciudades es uno de los objetivos prioritarios del BEA, según detalló Esther Badiola. “Hace años nos asegurábamos de que las ciudades tuvieran acceso a infraestructuras críticas básicas, luego pasamos a una fase en la que apoyamos la planificación, la regeneración urbana. Y ahora estamos más metidos los planes de ciudades sostenibles y digitales. Por ejemplo, Vitoria ha sido seleccionada y tiene el objetivo de convertirse en una ciudad prácticamente neutra en 2030, funcionando como avanzadilla en una misión que ha lanzado la Comisión Europea”.
Ante la cercanía de las elecciones europeos Esther Badiola exhortó al público a acudir a las urnas. “Se decide muchísimo en Europa”, y añadió que sea cual sea el resultado de las elecciones, el giro que ha dado la Unión Europea está ya asentado. “Lo que puede cambiar es el foco de las prioridades, pero el impacto del cambio climático es brutal, según las aseguradoras pérdidas cada año de 60 billones de euros”.
Esther Badiola lamentó que la acción climática se haya politizado. “La agenda climática no tiene color político. Puede haber distintas opiniones en los políticos, puede haber quien piense que es una política demasiado costosa, pero los costes de los impactos del cambio climático son mayores”, concluyó.