Esto no ha terminado
Antoni Trilla Catedrático de Salud pública y asesor del Ministerio de Sanidad y de la OMS intervino en la apertura académica de la actual edición de los Cursos de Verano de la UPV/EHU.
Acto presidido por la rectora Eva Ferreira y que reunió a las personas que forjaron ediciones pasadas cuando se cumplen 40 años de su nacimiento. Entre ellos Ricardo Echepare, director durante 22 años y alma mater de los Cursos; el que fuera Rector de la UPV/EHU cuando se pusieron en marcha Gregorio Monreal, y Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA principal colaborador privado desde 1990.
Antoni Trilla expuso lo que considera las lecciones de la pandemia partiendo de una clara afirmación: “Esto no ha terminado”.
La COVID nos pilló sin plan A y sin plan B. Con un impacto muchísimo menor que la gripe de 1918, pero en 2020 nadie estaba preparado. Ni siquiera países que teóricamente podrían estarlo como USA y Gran Bretaña.
Esa lección de humildad la quiso subrayar desde el primer momento Antoni Trilla: “Nunca antes había habido una catástrofe que comenzase de forma tan abrupta y que fuera tan devastadora”. El sistema sanitario se estresó quedando las UCIs al borde del colapso. El “gran problema” subrayaba Trilla fue la falta de personal, especialmente de enfermería. “Todo lo demás se puede improvisar, pero el personal sanitario no”.
La segunda lección que quiso remarcar fue la del trabajo en equipo. “Hemos visto lo que significa trabajar en equipo de verdad. Todo el mundo arrimaba el hombro” y en esa situación aludía a otra lección: “hemos reconocido liderazgos que desconocíamos dentro del equipo médico y hemos visto líderes colapsados.” Navegar cuando el mar está tranquilo es muy fácil, cuando está movido necesitas un buen capitán” decía recordando también cómo se puso en marcha la autonomía de las decisiones médicas, adaptándose y a veces cambiándose a las 48 horas en unos hospitales donde la solidaridad entre el personal era manifiesta.
La lección de la Ciencia
“Si algo nos va a sacar de este pozo, es la ciencia. Pero la ciencia es un camino complejo, aunque correcto. Da muchas vueltas, pero te lleva a la cima de la montaña. Muchos optan por las respuestas fáciles y muchas veces, por desgracia, equivocadas.”
16 meses después, Antoni Trilla hacía un repaso por las cosas que hemos aprendido. Sabemos de la eficacia de algunas medidas como las distancias y el uso de mascarillas, sabemos que las nuevas variantes se contagian más rápidamente y conocemos las consecuencias de eventos superdiseminadores como las fiestas de fin de curso. Contamos con algunos tratamientos eficaces, otros de dudosa eficacia y otros perjudiciales. Ahora, la administración sanitaria se enfrenta al problema de la COVID persistente y de larga duración, pero contamos ya con las vacunas seguras, eficaces y efectivas. No sabemos cuánto durará la inmunidad ni si llegaremos a la inmunidad de grupo. También sabemos que el virus se adapta y las nuevas variaciones son más transmisibles y, remarcaba también, que sabemos que estamos cansados. En un grado u otro, entre la población en general y el personal sanitario existe la fatiga pandémica.
Las vacunas, el triunfo extraordinario
En esta pandemia se han batido todos los cálculos. Cuando se hablaba de dos años mínimos para lograr una vacuna, en realidad a los 66 días de haberse secuenciado el virus, se estaba inoculando una vacuna a un voluntario. 16 meses después se han administrado 2.600 millones. Insuficientes aun y todo, pero “nunca antes en la historia se había iniciado un proceso de vacunación de esta magnitud con todos los problemas que conlleva”.
La lección de la Humidad
Se han cometido muchos errores, pero el problema es saber si los cometimos por partir de una información mal analizada o si pudimos saber que la información no era la correcta.
Haciendo un paralelismo con una regata de vela el epidemiólogo Antoni Trilla recordaba que el virus va por delante y nosotros que marchamos junto con las vacunas, seguimos al virus que navega con sus variantes. Podremos alcanzarlo, no sin dificultades. Esperamos más contagios, especialmente entre la juventud, pero el sistema sanitario no se colapsará porque la mayor parte de la población más vulnerable está vacunada.
Pero finalizaba Antoni Trilla advirtiendo de que nadie estará seguro hasta que todos estemos seguros. Tenemos un solo mundo y una sola salud. Hemos de vigilar la salud animal y la de todas las personas del planeta porque una zona del mundo no vacunada es foco de nuevas variantes.
Prudencia y Solidaridad
Mientras tanto, prudencia, paciencia, parsimonia y, sobre todo, solidaridad. Responsabilidad privada y responsabilidades compartidas.
“El peor bicho de la tierra somos los humanos. Nadie nos ha echado todavía, resistimos la peste del s.XIV, la gripe de 1918 o la cólera. Somos muy difíciles de batir. Creo que esta vez pasará lo mismo”. A juicio de Antoni Trilla, lo peor que podríamos hacer es olvidar lo que hemos pasado. “Tenemos que intentar mejorar analizando todo bien. Ser críticos para prepararnos y salir de esta y de posibles futuras pandemias”
Artículos científicos
La pandemia ha generado una ingente cantidad de artículos científicos- 160.000-. Algunos fraudulentos que se colaron por el centro de la portería de las publicaciones más prestigiosas en biomedicina en referencia a la hidroxicloroquina. Pero Antoni Trilla apuntó a otros avances pragmáticos basados en los miles de datos que ponían en común los efectos de los tratamientos en pacientes reales a través de los ensayos Recovery de Gran Bretaña y Solidarity Trial de la OMS que demostraron la bondad de la dexametasona.