Fronteras Multisituadas

La lógica de la política de acogida y refugio está más en consonancia con la lógica de las relaciones bilaterales que con la lógica de los derechos humanos y los tratados internacionales.

Es un concepto que usa Ana López-Sala, investigadora científica del CSIC al referirse a la modulación de flujos migratorios a través del control de fronteras.

España es frontera exterior de UE y tiene además fronteras internas en la UE. El control migratorio se ejerce en la frontera exterior (la marítima en las costas del sur y en Canarias) y en la frontera terrestre de Ceuta y Melilla y posteriormente en la frontera con Francia. (los migrantes buscan llegar al norte de Europa).  “Cuando hablo de frontera multisituada me refiero a que no se pueden analizar los mecanismos de bloqueo si no se trabaja desde  desde las dinámicas en "varias fronteras", más aún si nos referimos a las migraciones de tránsito…“No se puede incidir analíticamente sólo sobre las fronteras externas de la UE, sino ver qué es lo que pasa en las internas y cómo la movilidad está sujeta a las múltiples regulaciones, las intersecciones entre la frontera interna y externa".

Se ha pensado durante mucho tiempo que la movilidad migratoria tenía carácter lineal y unidireccional entre origen y destino, pero se introdujo el concepto de “movilidad de tránsito” al comprobar que muchas veces ese flujo migratorio no es un proceso lineal y continuo en el tiempo. “A lo largo del camino, los migrantes paran, residen, quedan bloqueados o cambian de decisión y de ruta”.

Durante los últimos 15 años en la frontera exterior española ha producido un proceso de intensificación del bloqueo. Bloqueo en frontera exterior pero ya “dentro del territorio nacional”. El análisis del control migratorio antes ponía el foco en el proceso anterior a la llegada a la frontera. Marruecos y México son claros ejemplos del “estado tapón” que controlan los flujos de África y Latinoamérica hacia Europa y Estados Unidos respectivamente.

Durante la última década se ha dado un cambio importante porque el bloqueo se realiza en el interior del territorio español. Ana López-Sala recuerda que esto es posible, en parte, dadas las características geográficas de las fronteras exteriores españolas (dispersas, fragmentadas, periféricas). Ceuta y Melilla (que se encuentran fuera del continente) y por la insularidad de Canarias (también fuera del continente).  Los migrantes que llegan pueden quedar bloqueados. Lo mismo pasa con las personas solicitantes de asilo en Ceuta y Melilla. Este tipo de prácticas de bloqueo que han sido aplicadas en Ceuta y Melilla se han extendido en cierta medida al caso de Canarias, como hemos observado en los últimos dos años. Es un proceso que podemos observar también en otros contornos de la frontera exterior europea, como Grecia e Italia, que también tienen territorios periféricos e insulares.

El bloqueo no afecta a todos por igual. Lo hemos visto en Ceuta y Melilla. Los etiquetados como emigrantes vulnerables pueden transitar a la península, a centros específicos, pero siempre bajo unas decisiones administrativas que muchas veces no son muy claras, que no son transparentes. 

El control migratorio, la política, modula los flujos migratorios, pero hay también otros actores en el escenario. Los voluntarios que prestan los servicios de acogida; la sociedad civil activista en defensa de los derechos de los migrantes.

Las políticas migratorias tienen unos efectos muy concretos en las personas. ”Las y los académicos también tenemos que pisar el suelo que pisan los migrantes. En los espacios fronterizos hay muchas lógicas y visiones que entran en conflicto”, “Las fronteras son escenarios tristes y hostiles y escenarios a la par donde se vive mucho la solidaridad”. Decía Ana López- Sala, "hay hoy en los espacios fronterizos algo cada vez más en términos de derechos y libertades que son los procesos de criminalización que sufren los migrantes y los propios activistas de solidaridad. 

Lleva ya tiempo hablándose del término Crímenes de solidaridad. “En Europa y en muchas partes del mundo, y en Europa de forma especial desde 2015 la solidaridad con los migrantes no sólo se ha visto sometida a todo tipo de obstáculos administrativos, sino también a la posibilidad de que esta solidaridad sea castigada con penas más graves”.

El trato de favor que han recibido los migrantes de Ucrania en comparación con los sirios, no es la primera vez que ocurre a juicio de Ana López-Sala. Las peticiones de asilo aprobadas por España – sobre todo desde 2015-eran más benévolas con ciertas nacionalidades. Las políticas de refugio tienen un componente selectivo muy relacionado con las relaciones internacionales. “Hay una segmentación entre merecedores y no merecedores del estatuto de refugiado, o de otras formas de protección, en función de interés geopolíticos. La lógica de la política de acogida y refugio está más en consonancia con la lógica de las relaciones bilaterales y por cuestiones geopolíticas que con la lógica de los tratados internacionales.