“Los menores de cinco años sufrirán el 88% de la carga de enfermedad atribuible al cambio climático”
Lo aseguró el pediatra Quique Bassat, especialista en epidemiología y director general del Instituto de Salud Global de Barcelona, en la presentación de su charla “Emergencia climática y salud pediátrica global”, en el marco del Donostia Sustainability Forum.
Las y los niños son los más vulnerables ante la crisis climática, explicó Bassat, por los años acumulados de alta exposición a sus consecuencias, por su dependencia de cuidadores adultos y porque “no tienen voz propia, por lo que corren el riesgo de ser olvidados a nivel político”. Representan el ejemplo de una crisis que se ceba en los países pobres y en la población más indefensa.
ISGlobal dedica gran parte de sus esfuerzos a investigar el impacto de la crisis climática en la salud humana, especialmente en los países más pobres, sometidos a mayores riesgos medioambientales y con poca o prácticamente nula capacidad de respuesta ante situaciones como epidemias de enfermedades infecciosas. Promover la equidad en salud, con investigación y traslación a la sociedad, es una de las misiones de esta iniciativa público-privada, que cuenta con el apoyo de la Fundación La Caixa.
Los países más pobres son los que sufrirán más
Según explicó Quique Bassat, la emergencia climática está provocando un aumento en la frecuencia e intensidad de desastres naturales lo que, a su vez, conlleva migraciones masivas y la aparición de epidemias de enfermedades infecciosas en países con pocos recursos. “Los países más pobres son los que sufrirán más, y eso es una paradoja terrible, ya que son los que menos han contribuido a esta situación y los más vulnerables a sufrir las consecuencias”, señaló Quique Bassat, que recordó que un tercio de los habitantes del mundo viven ya en situación de pobreza. Una cifra a la que se añadirán en pocos años 100 millones de personas más debido a la crisis climática añadió. “Si sigue el escenario actual, en solo tres décadas más de 3.000 millones de personas se encontrarán en estas condiciones”. En este contexto, la mayoría de niños y niñas del mundo ya viven en países con renta media o baja y son los más vulnerables a las consecuencias del cambio climático.
Los menores de África
África es el continente en el que la población está creciendo a una velocidad más rápida, detalló Quique Bassat, y en solo una generación uno de cada tres niños del mundo vivirá en este continente. Los menores en África se verán especialmente afectados “por ser niños y por ser pobres, lo que les hará más vulnerables ante la enfermedad”, explicó el director de ISGlobal, para quien las amenazas ya evidentes son las sequías e inundaciones en zonas que padecen inseguridad alimentaria y, en consecuencia, la proliferación de enfermedades relacionadas con la malnutrición y la falta acceso a agua potable y a saneamiento.
Desastres naturales y desplazamientos de la población
Cuando las poblaciones, añadió Bassat, huyen de los desastres naturales y se reubican en campos de refugiados, aparecen brotes de enfermedades infecciosas como el cólera, entre otras consecuencias. “Veremos, por desgracia, la interrupción de programas de vacunas y de la escolarización debido a los desplazamientos de la población, como hemos visto ya en lugares afectados por desastres naturales”. El director de ISGlobal se refirió, asimismo, a la salud de las mujeres embarazadas, a las que perjudica la subida de las temperaturas, “que aumenta el riesgo de parto prematuro y muerte perinatal”. También, destacó, aumenta para toda la población el riesgo de enfermedades respiratorias debido al cambio climático.
Enfermedades no importadas
Quique Bassat destacó, además, la proliferación de enfermedades transmitidas por vectores como los mosquitos, que se benefician de condiciones de temperatura y humedad propicias. Estas enfermedades se trasladan más allá de los países en los que son endémicas debido al cambio climático, señaló. “En Cambrils hemos tenido cinco casos autóctonos de dengue, no son importados, son casos en los que el vector está en nuestro entorno y la enfermedad se transmite en nuestro entorno. Del mismo modo ha habido casos de malaria en Florida. Vemos que están volviendo enfermedades de las que habíamos conseguido deshacernos”.
Aumento de las desigualdades
“A pesar de todo lo dicho, el mundo está mejor ahora que hace solo unas décadas en materia de salud pública. Lo que está aumentando son las desigualdades” añadió el director de ISGlobal, que aseguró que “el cambio climático representa la mayor amenaza para la supervivencia de nuestra especie. Una amenaza abstracta para la salud, poco definida. Pero tenemos que tener claro que es una amenaza real, y que ya está ocurriendo. No podemos afrontar los problemas de salud sin tener en cuenta los determinantes sociales, los factores de riesgo de las enfermedades y los factores medioambientales y climáticos”.