La costa vasca: biodiversidad e instrumentos de protección del medio marino a ambos lados de la frontera

El litoral vasco (incluida su prolongación marina), de Bilbo a Boucau, contribuye de manera importante a la imagen de una zona reconocida por su patrimonio natural, su historia, su cultura y su fuerte identidad.

Se caracteriza por la alternancia de playas, acantilados, estuarios, ciudades y pueblos que se asoman al Atlántico. Es un patrimonio excepcional reconocido por sus características biogeográficas y geológicas, sus hábitats naturales y su flora y fauna. El litoral vasco presenta un amplio abanico de características geomorfológicas (estuarios, acantilados, playas), hidrodinámicas (fuerte régimen de oleaje, mareas bajas), biogeográficas (exposición al oleaje del noroeste), hidrográficas (red densa, numerosas entradas de agua dulce en el océano) y climáticas (fuertes precipitaciones).

La rica biodiversidad de la costa vasca se caracteriza por la presencia de hábitats y especies de importancia, sobre todo por su valor patrimonial (protegidos, amenazados, raros o de interés científico o simbólico).

Esta riqueza está reconocida por la presencia de zonas protegidas: espacios Natura 2000, caladeros, reservas naturales, etc.

En el litoral vasco, artificial y muy utilizado, los medios naturales están sometidos a numerosas presiones, situación que se agrava con el cambio climático:

Presión urbanística que provoca una importante artificialización del litoral y vertidos potencialmente perjudiciales para el medio marino.

La costa vasca es muy atractiva por sus playas, paisajes y clima, lo que genera un gran número de visitantes, a menudo concentrados en una franja de 400 metros entre la parte inferior de la playa y la parte superior de los acantilados.

El elevado número de turistas genera una población tres veces mayor en verano que el resto del año.

Importantes puertos marítimos a lo largo de toda la costa, lo que crea un riesgo de contaminación accidental.

Zona muy expuesta a la erosión costera y las inundaciones, lo que amenaza la conservación de los hábitats naturales.

La pesca profesional es una parte importante del tejido económico local, y debe apoyarse y desarrollarse respetando los hábitats y las especies.

Un número relativamente elevado de actividades de ocio, pero muy dominadas por el surf y la natación, que pueden suponer una amenaza para los hábitats terrestres y marinos.

En tierra, el uso de senderos en zonas de biodiversidad, el pisoteo y la perturbación de especies protegidas requieren medidas de gestión adecuadas.

A nivel marino, el desarrollo de la Liga, la presencia de microalgas tóxicas Ostreopsis, la presencia de microcontaminantes químicos y de residuos farmacéuticos son síntomas de una situación crítica que puede repercutir en la biodiversidad.

El creciente atractivo de esta región amenaza la integridad de sus espacios naturales y su biodiversidad (tanto terrestre como marina) si no va acompañado de una gestión eficaz de las presiones que genera.

La sesión de la mañana se dedicará a una presentación de los retos a los que se enfrenta la biodiversidad marina; por la tarde, la atención se centrará en los recursos pesqueros, seguida de una mesa redonda para presentar las distintas herramientas de protección del medio ambiente y las especies en la costa transfronteriza vasca (como las Áreas Marinas Protegidas) y anticipar futuros desarrollos normativos.