Curso de Verano con un formato diferente en el que se combinaba la actividad académica y caminar
La reflexión o meditación, es el proceso que permite pensar detenidamente en algo con la finalidad de sacar conclusiones. En este caso el objetivo principal del curso era reflexionar sobre el envejecimiento, uno de los retos más relevantes a los que se enfrenta nuestra sociedad, haciendo énfasis en las oportunidades que se presentan en el ámbito social, sanitario y tecnológico/económico si abordamos el reto correctamente.
Otro de los objetivos del curso era potenciar la realización de actividades encaminadas a promover un envejecimiento saludable, como realizar actividad física y acciones que faciliten la socialización entre las personas.
Para ello se organizó un Curso de Verano, con un formato diferente, en el que se combinó caminar por la mañana con una actividad académica por la tarde en la que participaron como ponentes profesionales de diversas disciplinas desde lo sociológico a lo tecnológico, pasando por el ámbito de la salud. Así, durante el curso caminamos de San Juan de Luz a Donostia, en tres etapas de unos 16 km cada una siguiendo las vías del Camino de Santiago del Norte y la Senda del Litoral (Talaia).
Un aspecto que nos gustaría destacar especialmente fue que el caminar juntos, durante varias horas al día, personas de diferentes edades, alumnos y ponentes permitió aumentar la interacción entre el grupo y facilitó el intercambio de opiniones entre todos los participantes.
En las sesiones académicas, el primer día, Raquel San Sebastián, Directora de la Fundación ADINBERRI, presentó la estrategia Etorkizuna Eraikiz, mediante la que se trata de maximizar el potencial de innovación de Gipuzkoa.
A continuación, Itziar Vergara, Responsable de la Unidad de Investigación de Atención Primaria de Gipuzkoa, y Ana Rodriguez, Profesora de la UPV/EHU, reflexionaron sobre el reto de la evolución demográfica desde el ámbito sanitario.
A pesar de que existe abundante evidencia sobre el beneficio que el ejercicio físico tiene en la mayoría de las personas, su práctica no está incorporada en numerosos colectivos vulnerables. Itziar Vergara, considera que son muchos los factores que pueden explicar esta falta de indicación, pero cabe destacar más relevantes: las dificultades de los profesionales del ámbito de la salud para valorar e indicar un programa de ejercicio físico adecuado a la situación funcional de sujeto y alineado con sus objetivos terapéuticos y sus preferencias, la variabilidad en la oferta de servicios de ejercicio y entrenamiento y las dificultades para garantizar la equidad en su acceso a toda la población potencialmente beneficiaria, y finalmente, la escasa cultura sobre los beneficios de la prescripción de ejercicio existente entre los profesionales sanitarios e incluso entre la población.
Ana Rodriguez, mostró las conclusiones de las intervenciones de ejercicio físico realizadas por el Grupo AgeingOn (UPV/EHU), para mejorar la calidad de vida de colectivos vulnerables, tales como personas mayores que viven en residencias o que han sido hospitalizadas y pacientes de esclerosis múltiple. En su intervención, además de las mejoras físicas, cognitivas y psicológicas observadas tras los programas, subrayo la importancia de la motivación vital para animar a las personas a que realicen actividad física.
En la sesión académica del segundo día se reflexionó sobre la necesidad de acciones público-privadas con respecto al envejecimiento de la población. En esta línea, Adriana Martinez Sans, APTES (Asociación para la Promoción de la Tecnología Social), y Sorkunde Jaka, Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián presentaron la experiencia Donostia Lagunkoia. Un Plan de Ciudad Amigable con las Personas Mayores que, promovido por el Ayuntamiento, pone el foco en los retos que plantea a la ciudad el envejecimiento de la población, en todos los ámbitos de la vida urbana y que identifica como indispensable que las y los profesionales que desde los barrios están ofreciendo servicios diversos -públicos y privados- a las personas mayores, trabajen en clave de confianza.
A continuación, Karmele Acedo, CEO del Servicios Sociales Integrados (SSI) presentó la exitosa experiencia del grupo que se dedica a dar soluciones a las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y sus familias. Un ejemplo de como la generación de conocimiento y la innovación en el ámbito del envejecimiento puede generar empleo y desarrollos tecnológicos en este sector.
En este mismo sentido Luis Goenaga, Consejero de la División de Salud de Tecnalia, realizó una reflexión sobre las aportaciones de la tecnología en la calidad de vida y de los cuidados en el envejecimiento. Con un escenario tecnológico sin precedentes, nunca se ha vivido un cambio tecnológico de mayor impacto social que el actual.
Finalmente, el curso finalizó con Mayte Sancho, Directora de Planificación de Matía Fundazioa, que presentó una reflexión sobre los modelos de atención para tratar bien y vivir mejor cuando las personas mayores necesitan ayuda.